viernes, 10 de junio de 2011

WAYNE SHORTET QUARTET : El Concierto

El teatro colmado como pocas veces lo vi.
Una vez en las butacas se escucha una voz en off que dice: “Debido a las Cenizas Volcánicas el Baterista TERRI LYNE CARRINGTON no pudo llegar en su vuelo y quedó varado en Santiago, lo reemplazará el Baterista Argentino OSCAR GIUNTA…aquel que desee devolver sus entrada este es el momento de hacerlo”; lejos de esto el público se emocionó con la presencia de GIUNTA el cual fue ovacionado inmediatamente de terminar el aviso, momento el cual coincidió con el ingreso de los músicos, nada mas y nada menos que DANILO PEREZ, JOHN PATITUCCI y WAYNE SHORTER.
Nunca mejor usada la palabra Concierto para este encuentro de genialidades. Desde el primer sonido de cada instrumento se hizo presente la 1º Improvisación que habrá durado (calculo yo) unos 45 minutos, pues uno pierde la noción del tiempo y el espacio en semejante viaje sonoro donde lo que uno tiene como Tempo, Ritmo, Canción, Forma, Etc., se presenta de tal manera que a uno no le queda otra que viajar con ellos.
OSCAR GIUNTA cumplió con creces, estuvo a la altura de las circunstancias y creó una complicidad con su público compatriota lleno de orgullo argentino (cosa que para eso somos mandados a hacer).
DANILO PEREZ estuvo increíble, lejos y diferente de lo que estoy acostumbrado a escucharlo en sus discos de latin jazz, creo que necesitaría otro concierto repetido solo para escucharlo a él.
JOHN PATITUCCI es lo más grande que hay, así de simple y complejo, vengo siguiendo a Patitucci desde que lo vi (hasta anoche) por única vez con The Chick Corea Elektric Band en el viejo Estadio Obras en 1987, ahí lo conocí y seguí tanto su carrera solista como con todos los grandes con que tocó, junto con Eddie Gómez (aunque ambos muy distintos entre si) son mis dos contrabajistas preferidos. Anoche no me cansaba de mirarlo como se divertía y cuanta música sacaba y armaba desde su instrumento, cómplice total con Oscar Giunta, me imaginaba como lo habrá ayudado para armar todo ese tuco que armó la base, y como jugaba con Danilo y con Shorter. Hasta anoche era mi preferido más que todo por su increíble técnica, pero mi admiración ahora creció aún mas por el mundo musical de alegría y creatividad que emana sobre el escenario.
Ver a WAYNE SHORTER con sus 77 años dirigiendo este cuarteto, solo con su presencia, con pocas notas, con breves intervenciones, rotando entre el tenor y el soprano, verlo ahí, me hizo recordar todo el tiempo al Miles Davis de la última época, moviendo las boquillas con las manos, concentrado en la música, dejando lucir a sus músicos y que estos armen el combo y la experiencia; ¿cuán alto se puede llegar como Miles o Shorter o Peterson o Mc Coy Tyner?
SHORTER es tan grande que se puede decir poco, o mucho, pero nunca un intermedio. Estas palabras suyas escritas en el programa resumen el concepto del concierto: “Con el cuarteto improvisamos siempre, nunca sabemos lo que vamos a tocar. Lo construimos ahí mismo, hacemos la música sobre el escenario. Nunca ensayamos. Lo que nos guía es la confianza que nos tenemos entre los cuatro, mas allá de lo que sabemos de música, que es algo que no se ensaya”.
Y con gran alegría el teatro colmado (de gente y de música) se fue descomprimiendo, muchos nos quedamos en la puerta, saludando amigos y comentando lo que fue una noche inolvidable.
WALTER ABADIE


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