viernes, 27 de septiembre de 2019

Crítica de la ópera PAGLIACCI en el Teatro Roma de Avellaneda - 5 de septiembre de 2019

A comienzos de éste mes pude ver en el Teatro Roma de Avellaneda la ópera PAGLIACCI (I PAGLIACCI) del compositor Ruggero Leoncavallo. No es la primera ópera reversionada a éstos tiempos que veo, de hecho vi unas cuantas, pero ésta vez me parece que se corrió el límite para mal. Hay demasiada trama como para contar en éste escrito, pero a grosso modo sería que Nedda, la protagonista, engaña a su marido Canio y ambos actores llevan la tragedia al escenario mezclándose de forma muy interesante la realidad con la ficción, Pagliacci es una ópera extraordinaria. Si yo voy a ver una ópera espero ver comedia con tragedia, me parece que el corazón de la ópera es la tragedia, y claro con toda la grandilocuencia de la orquesta, el coro, el vestuario, etc, no tengo más que comentarios positivos en éste aspecto. Pero ¿qué hicieron con la puesta? ¿Qué hicieron con el guión?, ¿¿¿QUE HICIERON CON EL FINAL??? Bueno, resulta que en el intervalo pusieron un cartel bastante grande “Para denunciar violencia de género llamá a la comisaría de la mujer…” QUE DURANTE EL SEGUNDO ACTO NO SACARON ! Visualmente te sacaba de contexto ya que recordemos que vinimos a ver una ópera escrita en el siglo XIX donde la música, el vestuario, el texto, te lleva a ese tiempo, pero para peor distracción COMENZARON A PASAR FOTOS debajo del cartel relacionado con la temática mencionada, si la idea era llevarte a éstos tiempos lo lograron, distrayendo al público, ¿que quisieron hacer?, ¿un multimedia? ¿Ser modernos? Un pastiche bárbaro!Pero lo peor viene ahora: ¡¡¡LE CAMBIARON EL FINAL!!! En el original Canio apuñala a Nedda y a su amante por la venganza alimentada por Tonio (quien también pretendía a Nedda pero fue rechazado), quien ríe al final, claro. En ésta “versión” no pasa nada, Nedda queda con su amante frente al engañado Canio, y nada, se toman todos de la mano y saludan al público mientras Tonio cierra como en el original, nada, no pasa nada, prenden las luces y todos a casa con un vacío, ¿qué pasó? ¿Terminó? Qué vergüenza!!! Hay miles de espacios donde se ésta tratando el tema de la violencia de género, ¿hay que cambiar el momento final de una ópera del siglo XIX para dar un mensaje? Cambiemos entonces las letras de tangos y de otras músicas y adaptemos todo lo que se hizo como nos da las ganas, adaptado al siglo XXI, como si el pasado no hubiese existido. Alguno dirá – es una adaptación a nuestro tiempo – pero mi punto es que la adaptación es de mal gusto, no critico la adaptación, sino los elementos con que fue hecha. Para la gente que produjo esto les digo, que podrían haber hecho una muestra fotográfica con visibilidad donde quisieran, y que podrían haber hecho una obra de teatro y presentarla en éste mismo teatro y en otros, basada en el texto de ésta ópera, donde Nedda y Silvio se quedan juntos porque triunfa el amor y Canio verá que hace con su vida herida y Tonio es castigado por sus crímenes, digo, algo así podría haber sido, no? y así hubieran obtenido el resultado logrado, si es que éste, es la visibilidad del problema de la violencia de género. Ya está todo demasiado revuelto como para meterse también con las obras de arte.

Walter Abadíe