miércoles, 29 de septiembre de 2010

Teatro


Doña Rosita, la soltera,

espera toda la vida un amor que nunca llega. Carne Sola.

Y frente a esa carne, la de los otros, los espectadores,

como vos, como yo, en un juego de espejos

para multiplicar la soledad y reírnos de ella.

Sola se queda Rosita y solos están ellos.

Solo un espectáculo.

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