sábado, 22 de noviembre de 2008

Queen volvió a hacer historia en Vélez Sarsfield

Buenos Aires, 22 de noviembre (Reporter, por Patricia Daniele). En una noche de verdadera fiesta para los fans, Roger Taylor y Brian May se unieron a Paul Rodgers para evocar los mayores éxitos de Queen y presentar las canciones del nuevo disco "The Cosmos Rocks". Apoyados en una banda excelente y con todo el público a su favor, el regreso de Queen (o de dos de sus integrantes) se convirtió en otro momento histórico de la música en el país.

Ante un 90 por ciento del estadio Vélez Sarsfield repleto de padres e hijos dispuestos a bailar con los clásicos que tantas veces habían escuchado y sincronizando su respuesta con la actividad que se producía arriba del escenario, la noche del viernes se convirtió en una fiesta colectiva e inolvidable.

Pasadas apenas las 22, los británicos salieron al ruedo ante una estruendosa ovación para arrancar con "One Vision" y "Need Your Love Tonight" como si el tiempo no hubiera pasado.

"Buenas noches Argentina" saludó en castellano Brian May antes de hacer "Chicas gorditas" y mientras toda la gente bailaba y cantaba. Para cuando interpretaron "I Want It All", la gente ya estaba tan feliz que sólo podía disfrutar, y hay que reconocer que los coros (a cargo de Rogert Taylor, Brian May y el tecladista Philip Edney) sonaban igual que las grabaciones originales, para deleite de todos los presentes.

A lo largo de dos horas se mezclaron los clásicos como "I Want to Break Free" con temas de la etapa solista de Paul Rodgers y otros del nuevo CD del ahora trío.

Pese al virtuosismo exhibido en los sets individuales del baterista Roger Taylor y del guitarrista Brian May, quizás fueron expresiones innecesarias de la algarabía de estos intérpretes ante el regreso a un escenario que no habían pisado en 27 años.

Sin embargo, cuando May hizo solo con la guitarra "Love of my Life" y cuando armaron una segunda batería para Taylor en la pasarela que prolongaba el escenario para hacer el tema de su autoría "Estoy enamorado de mi auto", la fiesta estaba en su apogeo.

Juntos interpretaron "Las palabras de amor", presentado como "un momento especial para nosotros, gracias por recibirnos. Dedicamos esta canción a todos nosotros y a nuestros dos países", según May, siempre en castellano. "Finalmente estoy aquí después de más de 20 años, no lo puedo creer. Es un sueño. Gracias por estar aquí", agregó el eximio guitarrista.

Siguieron momentos muy especiales que se vivieron por igual arriba y abajo del impresionante escenario montado. Especialmente cuando hicieron "Radio Gaga", la canción compuesta para acompañar la película muda "Metrópolis", y absolutamente todos los presentes levantaron los brazos y aplaudieron exactamente igual que en el video clip del tema.

O cuando el propio (y omnipresente toda la noche) Freddie Mercury arrancó con las primeras estrofas de "Rapsodia Bohemia" desde la pantalla gigante y luego fue acompañado por la banda en vivo.

Así, 27 años después, muchos volvimos a emocionarnos con un clásico inolvidable como ese, aunque esta vez el gong del final no fue ejecutado por Roger Taylor sino que vino del video.

Tampoco faltaron "Cosita loca llamada amor", "Nosotros te conmoveremos", "A Kind of Magic" de "Highlander" y "Under Presion", mientras los presentes cantaban y bailaban en un estado de felicidad total.

Para los bises fue Roger Taylor quien salió con la camiseta de la Selección Argentina, evocando aquél último concierto de 1981 cuando, luego de que Diego Maradona presentara "a los Queen", volvieron a salir al escenario para los temas finales y Freddie usara orgulloso nuestra insignia futbolística.

El tiempo ha pasado, los clásicos de Queen se fortalecieron y siguieron metiéndose en la sangre de las nuevas generaciones sólo por su calidad. Los dos músicos de la formación inicial que aún ruedan por el mundo mantienen y mejoraron su calidad instrumental y vocal, sabiendo además rodearse de excelentes colegas y teniendo la virtud de encontrar en Paul Rodgers al vocalista perfecto.

Uno que, sin pretender ser Freddie Mercury, es capaz de darle su propia interpretación a las canciones con su potente voz. Una voz que, si uno le daba la espalda al escenario, casi casi podría haber sido la de un Mercury de hoy. ¿O sólo sería la nostalgia?

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